lunes, 27 de junio de 2011

CRÍTICA EN LA NUEVA ESPAÑA (JOSÉ A. SAMANIEGO)


 













Miguel Watio, del pop crítico y cercano al surrealismo
Un viaje entre el humor y la ironía que navega por el mundo de la publicidad y las viñetas políticas

Es la primera exposición individual de Miguel Jiménez / Miguel Watio (1966), autodidacta sevillano y vecino de Gijón desde hace 7 años.

El dibujo sencillo y muy vistoso, algo que te entra por los ojos y no deja resquicios a la duda o grietas a la interpretación. La composición clara y perfectamente organizada, los colores planos en suaves armonías, delimitando base y horizonte, como si de un bodegón se tratara, con su mesa de objetos contra la pared de fondo. Tales son los elementos pictóricos, al acrílico sobre lienzo, que responden al calificativo de arte pop que aplicamos a la obra de Miguel Watio en Cornión.

Y como el arte pop, en su nacimiento y recorrido, ha estado siempre ligado al mundo de la comunicación, sea publicitaria o política y cultural, tenemos que entrar en la sustancia de los contenidos que el pintor Miguel Watio nos propone o incluye en su obra. Y aquí nos movemos en cierta franja no muy ancha que va desde el humor y la ironía hasta bordear el surrealismo, entendido éste como mundo de los deseos soñados y más o menos alimentados en el fondo del subconsciente. Todo ello utilizando contrastes visuales, que no verbales, ligados a la sorpresa llamativa que navega por el mundo de la publicidad y las viñetas políticas más sonadas que cotidianamente analizan lo que nos está pasando. En este sentido, al pintor Miguel Watio le basta con alterar los tamaños de objetos y personas para lograr los golpes de sorpresa, humor e ironía patentes en su obra.

Empezamos por obras amables e irónicas. «La mesa de billar» americano que la segadora convierte en campo de golf o viceversa habla de cómo el hombre de hoy imita y somete a la naturaleza. «Las gafas de Lupe» va contra las exageraciones de la moda. «Regate» critica la excesiva presencia diaria y mundial del fútbol, que junto con otros eventos ha superado ya con mucho el antiguo «pan y circo» (panem et circenses, de los emperadores romanos y actuales adláteres). «Laurel» y el mundo de la alta cocina que nos entra en casa. «Entre agujeros» ironiza sobre los registros de chapas metálicas que llenan las aceras de la ciudad. «La base triple» alude al mundo de cables de ordenador que invade las mesas de oficina y se nos mete en casa.

Seguimos echando al pote unos chorros de vinagre. El casi anciano que camina llevando una bolsa que dice «Reutilízame»: él mismo pide que le apliquen la ley de la muerte digna. «Banana news»: cada día las noticias son más bananeras. «El iluminado» es un hombre mayor, cuyas únicas luces han dejado de ser metafóricas. «La nueva Europa» toma un billete de 50 euros con sus estrellas y pórticos clásicos, a cuyos pies alza la mano una pobre de pedir. El fumador que vive dentro del «Contenedor amarillo», puesto que él mismo se siente viviendo ya en la papelera.

Y terminamos con imágenes que se acercan al surrealismo. «Ñora y ñocla», juego de palabras sobre el culto al cuerpo y sus límites o contradicciones. «Su otro yo», la señora que se mira en el espejo: su vestido no cambia mucho, un mero golpe de calidoscopio, pero tal es el juego de «ver y ser visto» al que nos entregamos a diario. El mundo social se convierte en pasarela. Más inquietante es el anciano «en el bote», pues la tapa, jugando con la imagen del euro, sugiere la apropiación de bienes del abuelo. Y, la última, «El sueño del pescador», que lanza su caña alzada a pescar en los labios insondables de una mujer. ¿Pretende un beso, una caricia, una declaración de amor? Juega el visitante a introducir cambios en esta imagen. Hasta que comprende que a ella le duele la cabeza.

4 comentarios:

  1. muchas ganas de ir a ver la expo, espero acercarme la semana que viene, un saludo!

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  2. Muchas gracias Federico, me alegra mucho que te apetezca verla y que vengas.

    Un saludo

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  3. Fui hoy a ver tu exposición y me gustó muchísimo. Me quedé prendad de Laurel y me llevé más de una postal. Enhorabuena!!

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  4. Muchisimas gracias Helena! me alegro mucho que hayas ido y que te haya gustado. Ya sabes que también a mí me encanta tu obra.

    Saludos!

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